Sobre la Homilía del Cardenal Quezada Toruño, en el Aniversario del Asesinato del Padre Hermógenes López


En el trigésimo primer aniversario de la muerte del Padre Hermógenes López Coarchita, la Iglesia de Guatemala, en agradecimiento al pueblo de San José Pinula ha celebrado la Santa Eucaristía en honor a la muerte del recordado Padre Hermógenes.


La celebración de la Eucaristía fue precedida por el Cardenal Rodolfo Quezada Toruño, y en la Liturgia de la palabra, el Cardenal, dio paso a su homilia: “Fraternalmente unidos recordamos este día al inolvidable siervo de Dios, Hermógenes López Coarchita, párroco de San José Pinula, cobardemente asesinado hace ya 31 años por defender los derechos de su gente con la verdad y con el evangelio en sus manos sacerdotales”.


En el desarrollo de su homilía, el Cardenal, resaltó la entrega del Padre Hermógenes. El Padre Hermógenes pertenece a esos numerosos sacerdotes, religiosos y laicos que a lo largo de la historia, por su amor a Dios y por su compromiso con los hombres, sobre todo con los más pobres, han donado generosamente su propia vida.

El cardenal, recordando el inicio del año sacerdotal hizo hincapié en la figura del Padre Hermógenes, recordándonos que en él descubrimos a un Sacerdote santo que entregó su vida a Dios y al bienestar de las personas que la Divina Providencia puso bajo su cayado. Es por ello que él permanece vivo entre los vecinos de San José Pinula, pues fueron ellos quienes se enriquecieron principalmente con su palabra, con su vida, y con sus obras.


Esto nos remite a pensar que él fue un pastor humilde, piadoso, sencillo, pobre, fraterno con sus hermanos sacerdotes. Esas virtudes nos revelan su espíritu de oración, su formación permanente, su amor por las Sagradas Escrituras, la alegría en la preparación de los niños para su primera comunión, a la catequesis de los jóvenes a la confirmación, la preparación cuidadosa y valiente de sus homilías, su madura obediencia a los superiores, y a sí mismo, impresiona su visita afectuosa y constante a los enfermos. El cardenal Rodolfo Quezada después de haber resaltado el diario apostólico del Padre Hermógenes, invitó a todos los sacerdotes a imitar el ejemplo vivo de este gran Sacerdote, ya que la vida pastoral de cada uno de los sacerdotes debe ser, de alegría, de entusiasmo y de una entrega total, por amor a nuestro Señor Jesucristo y por el bien de nuestra Iglesia al servicio del prójimo.


Policarpio Atz.

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