Una Experiencia Pastoral Fuera del la Diócesis

Los alumnos de segundo de filosofía realizamos una experiencia pastoral en la Parroquia de santa Catarina de Alejandría, en la Diócesis de san Marcos, junto a los seminaristas del seminario La Asunción, también ellos alumnos de segundo de filosofía.


Estuve en una aldea llamada Buena Vista las Flores, una aldea relativamente grande, a cuarenta minutos del pueblo, con doscientas familias donde la mayoría de los hijos han emigrado a otro país. De estas familias, un buen número participan en la Iglesia Católica. Sin embargo existe gran cantidad de sectas quienes tienen un buen porcentaje de la población. La gente carece de formación doctrinal, y además desconocen la persona del sacerdote; con este dato usted, amigo lector, ya se hace la idea de como anda la aldea.


Una de las actividades de la pastoral de las dos semanas fueron las visitas a familias en sus hogares por la mañana, como también a escuelas e institutos de enseñanza media, que por cierto nos recibieron muy bien.


En realidad fue una bonita experiencia, aunque me costó adaptarme al clima, pues allá hace mucho calor y algunos bichos interrumpían el descanso por la noche, pero... En fin, algo que también quisiera mencionar es que las personas de esa aldea prometieron que rezarían por los seminaristas de ambos Seminarios, lo cual es algo que nos reconforta y nos anima.


Carlos Sipac.

Llegamos a Catarina, municipio del departamento de San Marcos, a las once de la mañana, el día 30 de mayo. Media hora más tarde, tuvimos la reunión con el P. Guadalupe, párroco de dicha parroquia, quien nos explicó la situación de cada aldea y además nos dio el programa para los quince días.


Me tocó ir a una aldea llamada La Muralla, junto con Felipe Chial, que también estudia el segundo año de filosofía en el seminario de la Asunción. Fueron quince días de ardua labor pastoral. Por las mañanas visitábamos a las familias, algunas de ellas estaban un poco lejanas y había que caminar más o menos media hora de una casa a otra. Por las tardes teníamos reunión con los niños, con quienes después de compartir una charla, teníamos un intenso partido de fútbol. Los días martes, jueves, sábados y domingos, teníamos reunión con la gente mayor, y al terminar, la Celebración de la Palabra. La asistencia a ésta era muy poca, pues habían muchas personas que vivían lejos del centro de la aldea. Fueron quince días también de gran calor, pues era una región de boca costa.


Terminamos nuestra pastoral el domingo 14 de junio con la solemnidad de Corpus Christi; fue una experiencia muy bonita y que agradezco a Monseñor Gonzalo el darnos la oportunidad de vivirla.


Néstor Jesús.



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